lunes, enero 29, 2007

Esquela XXIV: Libros

Crecí encerrado por propia voluntad en una biblioteca, de una grande, y con muchos libros de todas clases. Solo salía de mi encierro para ir a comer, ir al baño, y a dormir. Por mucho los únicos seres-objetos a los que les hable, eran libros de delicioso olor, ese olor de libro con cubierta de cuero, por mucho tiempo sin abrir y en estantes de madera. Recuerdo que no había mayor placer para mi que rozar con la punta de mis dedos esas hojas ásperas, a veces lisas que me expresaban todo lo que a ninguna persona le interesaría saber. Me recuerdo chico, joven, y grande, leyendo los mismos libros, y experimentando leer otros, de estantes en los que nunca por alguna razón caía mi mano a sacar un libro. No habían días mas gratos para mi que esos en los que me encerraba en la biblioteca de esa casa grande. Solo bajando para comer... cuantos días pase así? lejos del nocivo contacto con el hombre moderno? leí a Nostradamus, Homero, Nietzsche, Pietri, Lorca, Vallejo. Recorrí el mundo, en toda su amplitud. Conocí a Atila, Hitler, Cesar, Aristóteles, Einstein, y un exagerado etcétera... y soy de la idea de que por eso surgió mi desajuste eterno a este mundo ¡Que leyendo creaba ese mundo perfecto de fantasía al que quería pertenecer, conocí a esos seres intachables, que lo dieron todo por una idea, una promesa, y a los cuales quise igualar!. Talvez sea el hombre que mas llora sobre la tierra, pero siento que nunca desarrolle esas defensas en contra del dolor, la ternura, y todo eso por lo que puede llorar una mujer con toda libertad. Tampoco desarrolle ese rencor que mi novia con buena intención quisiera hacerme sentir por ciertas personas malas según ella. Tampoco ese respeto irrestricto aun con personas que no lo merecen, pero intocables por diversas situaciones. No desarrolle mucha cosas que me harían similar a esos muchas veces estúpidos que imito para no sentirme rechazado. Siento el profundo vacío de muchos años de incomprensión, de muchos años de soledad, -Nunca estuve solo, es cierto- Pero jamás tuve esas personas iguales a mi, con mis pesares y sentires, que me ayudaran a salir de mis problemas. ¡De Todo eso culpo a mis amados libros! De hacerme ver un mundo que hoy no existe, o que existió hace siglos, por inculcarme valores, que hoy solo sirven para que te juzguen y condenen. Los libros, fueron mi hogar... hoy son mi refugio. Mi escondite de ese mundo de agudos dientes y largas garras, que a veces me muerde, mastica y escupe. Como buen hijo que me enseñaron a ser, jamás podría pensar tan mal de ellos, porque me dieron las únicas armas que tengo para defenderme de ese mundo al que un día tuve que salir. dentro de un año seré profesor, y mi mayor deseo es que todos mis niños amen -jamás como yo claro esta- a los libros, que a pesar de todo, han sido mis maestros magnánimos, esos que nunca te decepcionaron, ni se equivocaron. Pienso que ellos crearon ese problema en mi, pero creo que algún día lo solucionaran. Y tu como te llevas con ellos?